Además de la posibilidad de elegir entre la más amplia gama de FCIs en que invertir, FO te ofrece información, métricas, educación, informes y recomendaciones ajustadas a tu perfil que harán de tu experiencia de inversión en FCIs un proceso sencillo, agradable y claro.

Para invertir a través de FO el primer paso es abrir una cuenta, haciendo click aquí

Con tu cuenta abierta, el próximo paso es responder un breve y sencillo cuestionario que permitirá definir tu perfil como inversor, e identificar a partir de este los FCIs acordes a ese perfil.

Luego deberás elegir el o los FCIs en que invertirás, el paso más importante. Contarás para ello con recomendaciones ajustadas a tu perfil inversor, con la información más completa de cada FCI y, desde ya, con la posibilidad de consultar a nuestros asesores especializados antes de decidirte.

Con tu inversión decidida, será momento de fondear tu cuenta en FO para poder realizarla.

El ciclo de inversión se cerrará con la suscripción vía FO, en pocos y muy sencillos pasos, del FCI elegido.

Podés dedicarte ahora a seguir tus inversiones, leer nuestros informes, capacitarte y seguir las recomendaciones que FO tendrá siempre para vos.

En FO no te cobramos absolutamente nada. Invertir en FCIs con FO tiene para vos exactamente el mismo costo que hacerlo directamente con cada Sociedad Administradora, con la ventaja de que con FO podés hacerlo con todas juntas en una única cuenta y de forma enteramente online.

Los ingresos de FO provienen de las comisiones que nos pagan las Sociedades Administradoras por los clientes que suscriben sus fondos a través nuestro, que son una fracción de sus honorarios.

El monto mínimo para invertir con FO es de $ 10.000.

Las ventajeas de invertir en FCIs son muchas. Se destacan las siguientes:

• Diversificación y alcance: La cuotaparte, como fracción del patrimonio del FCI, brinda acceso a un nivel de diversificación y exposición a instrumentos de inversión a los que un inversor individual no podría acceder invirtiendo por su cuenta un monto equivalente al valor de dicha cuotaparte.
• Transparencia y control: La estructura de los FCIs, con una Sociedad Administradora que gestiona el fondo, una Sociedad Depositaria custodiando los títulos, un Auditor externo diferente de estas dos, y la CNV como organismo de contralor y regulación de la industria asegura la más absoluta transparencia y control en la operatoria del FCI.
• Simplicidad y liquidez: La suscripción y rescate de cuotapartes de un FCI es muy sencilla y rápida, y el cliente dispone de sus fondos usualmente en 72 hs. hábiles (T+3), con opciones de rescate tan rápidas como solo un día hábil, que en la jerga se llama ‘T+1’.
• Administración profesional: Experimentados portfolio managers y sólidos equipos de research comandan los destinos de cada FCI, permitiéndole al inversor beneficiarse del expertise y know how de estos equipos.
• Variedad y flexibilidad: Hay FCIs invirtiendo y combinando en una amplia gama todos los instrumentos de inversión disponibles, haciendo de estos vehículos de inversión colectiva una alternativa versátil para el armado de carteras eficientes y el cumplimiento de objetivos de inversión.
• Baja inversión mínima, costos eficientes y ventajas impositivas: La inversión mínima para suscribir cuotapartes de un FCI suele ser baja (en algunos casos tan baja como $ 1.000). El inversor se beneficia de la economía de escala y la estructura eficiente del fondo, especialmente diseñada para minimizar los costos del proceso de inversión, y del tratamiento impositivo que estos instrumentos reciben.

La cuotaparte es la unidad en la que el cuotapartista invierte, y representa la fracción del patrimonio del FCI de su propiedad.

Cuando una persona invierte en un FCI, lo hace suscribiendo cuotapartes (se convierte en “cuotapartista” del FCI). Estas cuotapartes se dan de baja cuando el cuotapartista efectúa un rescate.

Para determinar el valor diario de la cuotaparte la Sociedad Administradora debe valuar la cartera del FCI al cierre de la jornada y descontar de dicha valuación sus honorarios de administración y otros gastos aplicables, tras lo cual obtendrá el valor de la cuotaparte dividiendo ese patrimonio ajustado por la cantidad de cuotapartes de referencia.

La Sociedad Administradora, cuya figura se denomina formalmente Agente de Administración de Productos de Inversión Colectiva, tiene como principal función la administración del patrimonio del FCI y la representación de los intereses de los cuotapartistas. Además, lleva la contabilidad del FCI, confecciona los estados contables y determina diariamente el valor de la cuotaparte de cada uno de los FCI que gestiona.

Por su actividad la Sociedad Administradora percibe Honorarios de Administración.

La Sociedad Depositaria, cuya denominación legal es la de Agente de Custodia de Productos de Inversión Colectiva (ACPIC), tiene como función principal la custodia de los activos que integran el patrimonio de un FCI. La presencia de la Sociedad Depositaria, quien no puede disponer libremente de los activos del FCI, asegura la debida preservación y separación del patrimonio del FCI.

Por su actividad la Sociedad Depositaria percibe Honorarios de Custodia.

Los Honorarios de Administración y los Honorarios de Custodia son la retribución que la Sociedad Administradora y la Sociedad Depositaria perciben respectivamente por sus trabajos, y se establecen como un porcentaje anual del patrimonio del FCI. Este porcentaje anual se prorratea y deduce del valor de la cuotaparte en forma diaria.

El marco legal que define y regula la industria de los FCIs se compone principalmente por la Ley Nº 24.083, el Decreto Reglamentario Nº 174/93 y las Normas dictadas por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Existen además otras normas que regulan indirectamente cuestiones vinculadas con los FCIs, tales como la Ley de Oferta Pública Nº 17.811, el Decreto Nº 677/01 de Transparencia de la Oferta Pública, la Ley Nº 19.550 de Sociedades Comerciales, la Ley Nº 21.526 de Entidades Financieras, las Comunicaciones dictadas por el BCRA, la Ley Nº 25.246 de Encubrimiento y Lavado de Activos y las normas relativas al tratamiento impositivo aplicable a FCIs y a cuotapartistas, entre otras.

Una suscripción es una inversión en el FCI, en la cual el inversor entrega dinero a cambio del cual recibe cuotapartes del FCI. Esto es comparable a efectos prácticos con la compra de una acción.

Un rescate es una desinversión (un retiro de fondos) de un FCI, en la cual se dan de baja las cuotapartes que el inversor posee y se le reintegra el dinero, siendo la operación análoga a la venta de una acción.

Tanto la suscripción como el rescate de cuotapartes se realizan al valor de la cuotaparte del día de la solicitud respectiva. A partir de dicho valor es que la AAPIC sabe cuántas cuotapartes entregarle a quien solicitó una suscripción en el día, y cuánto dinero devolverle al cuotapartista que pidió el rescate de sus fondos. Como el valor de la cuotaparte se calcula al cierre de la jornada bursátil, la cantidad de cuotapartes asignadas al suscribir como el monto recibido al rescatar se conocen recién a las 24 horas hábiles de haber solicitado la operación respectiva.

Los FCIs están exentos del Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, y del Impuesto al Valor Agregado (personas físicas y jurídicas).

El inversor obtiene ganancias por el incremento del valor de sus cuotapartes del FCI, del mismo modo en que ganaría si subiera el precio de una acción que compró. El aumento del valor en las cuotapartes se origina en la suba del valor de los activos en la cartera del FCI, en las ganancias tomadas al vender posiciones y en cobro de dividendos e intereses.

La suba del precio de la cuotaparte representa para el inversor una ganancia neta, ya que dicho valor posee descontados los honorarios y gastos aplicables.

No, los FCIs no aseguran rendimiento. Lo que sí aseguran es respetar una determinada política de inversión, la cual se define en el Reglamento de Gestión al que tiene acceso cualquier potencial interesado. Los lineamientos del Reglamento de Gesitón establecerán entonces los activos en que invertir, sus proporciones y los riesgos que cada FCI tomará específicamente.

En los FCI podes rescatar y hacerte del efectivo en cualquier momento sin necesidad de esperar ningún vencimiento de los activos, lo cual les otorga a estos instrumentos una gran flexibilidad. Esto proporciona gran liquidez para tus inversiones. La demora en la acreditación de los fondos tras el pedido de rescate varía con las características de cada FCI, y oscila normalmente entre 1 (uno) y (cinco) días hábiles, siendo lo más común la liquidación de los rescates a los 3 (tres) días hábiles, lo que en la jerga se conoce como ¨T+3¨.

Sí, se puede solicitar tanto un rescate total como sucesivos rescates parciales.

Los FCIs suelen clasificarse por el tipo de instrumentos en que invierten. Hay FCIs de Renta Fija, que invierten principalmente en títulos de deuda pública o privada, de Renta Variable, cuya cartera se conforma mayormente por acciones, y de Renta Mixta, que combinan instrumentos de renta fija y renta variable en su portfolio. Dentro de cada una de estos tipos de fondos se pueden identificar subtipos asociados a la estrategia, el horizonte de inversión o el perfil de cada FCI en particular.